05/07/2021 – Las muertes por intoxicación con monóxido de carbono alimentan, año a año, una trágica estadística: según informaron desde el Ministerio de Salud de la Nación, el año pasado hubo unas 200 víctimas.
El monóxido de carbono es un gas venenoso y muy peligroso porque no tiene olor, pero puede provocar la muerte en minutos. Las víctimas no se dan cuenta de que se están intoxicando hasta que aparecen los primeros síntomas: dolor de cabeza, náuseas, palpitaciones, vómitos y mareos.
El monóxido de carbono se produce por la combustión incompleta o defectuosa en el funcionamiento de estufas, calefones, termotanques a gas, hornallas, braseros y salamandras. Pero también es parte de los gases que expulsan los motores, como los de los automóviles.
Algunas de las recomendaciones más simples e importantes son: controlar los artefactos a gas cada año al inicio de la época invernal, prestar atención a que la llama sea siempre azul ya que, si su color es naranja o rojo, es indicador de que el artefacto funciona mal y libera monóxido de carbono.
Al respecto dialogamos el doctor Daniel Gómez, quién durante muchos años se desempeño como Jefe de toxicología del Hospital de Urgencias de Córdoba.
Tambien nos enfocamos en las medidas preventivas por lo cual nos contactamos con Walter Murúa, presidente de la Asociación de Instaladores de Gas y Sanitarios de Córdoba.
Podés escuchar las notas completas en la barra de audio ubicada bajo el título
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