El sistema inmunológico y la salud mental

martes, 9 de junio de 2020

09/06/2020 – El Doctor Roberto Ré , médico psiquiatra y director de la Red Sanar, nos acompaña en el programa “Hoy puede ser”. En esta oportunidad dialogamos sobre la influencia de nuestra salud mental en relación al sistema inmunológico.

El sistema inmunológico
El sistema inmunológico es un sistema adaptativo. Si lo abordamos en términos futbolísticos, hay muchos jugadores que nos defienden de un enemigo que se traduce como virus, bacterias y diversos gérmenes que de alguna manera compiten por entrar a nuestro organismo y dañarnos. Este sistema adaptativo está conformado por algunas barreras defensivas: la piel, la garganta, las mucosas. Pero pueden pasar a nuestro interior por alguna razón; allí también hay jugadores que nos defienden, fundamentalmente en la sangre y en otros sistemas integrados como el sistema nervioso central, el sistema periférico, el sistema neuroendocrino y el mismo sistema inmunológico. Aún así cuando pasan, tenemos más barreras defensivas que son los anticuerpos. “Este sistema es un sistema fabuloso, pero en muchas ocasiones, a veces por motivos psíquicos o razones emocionales o mentales-cognitivos lo podemos debilitar nosotros mismos, allí está el riesgo y el peligro”, resaltó el Dr. Ré.

Hay que combatir a los gérmenes mentales
Debemos combatir a los gérmenes mentales que pueden debilitar nuestro sistema inmunológico. Algunos de ellos son: el mal humor, la ira, la irritabilidad, el pesimismo; que en forma crónica pueden generar el debilitamiento de nuestras defensas. “El enojo, por ejemplo, hace mucho más factible al organismo de generar inflamación de venas, arterias y tejidos; lo que hace que las colonias de virus y bacterias se reproduzcan más fácilmente. El enojo crónico es el peor depredador interno”, resaltó. “Hay un sistema psíquico, el sistema emocional afectivo (límbico) que es el que estimula permanentemente conductas propositivas. El sistema límbico, emocional afectivo, es central. En la medida que nosotros tenemos una gran cantidad de estímulos como la alegría, buen humor, pensamiento positivos, de proyectos de amor y de encuentro con los demás, tener actividad que nos complacen; ello hace que aumenten nuestras defensas. Sabemos que no podemos estar de buen humor todo el tiempo, pero se puede alentar un estado propositivo de base, y esto es fundamental como sistema de defensa de la persona”, explicó el especialista.

 

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