En Santa Marta, Evangelina Himitian le entregó su libro al papa Francisco, pocos meses después de la elección del pontífice.
21/06/2018 – La autora de la primera biografía de Bergoglio publicada tras la elección del papa argentino dijo que Francisco asumió deberes internacionales más importantes que venir al país. Destacó la cercanía y la sencillez del Papa: “Siempre me ha llamado la atención ese costado tan humano de Bergoglio”, dijo.
Por dos circunstancias puntuales la periodista Evangelina Himitian conoció hace casi 15 años al entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio: por ser hija de un pastor evangélico que compartía -y comparte- amistad y oraciones con quien hoy es la máxima autoridad de la Iglesia Católica, y por su trabajo periodístico en el diario La Nación, donde se desempeña desde 1999.
Y las mismas circunstancias le permitieron hacer un recorrido vocacional que va desde aquellas gacetillas que escribía y distribuía ad honorem en los medios porteños para dar a conocer las actividades ecuménicas de Bergoglio y los pastores protestantes, hasta la elaboración del libro «Francisco, el papa de la gente», la primera biografía de Bergoglio que se editó luego de la elección del Santo Padre.
Entrevistada por Radio María Argentina para el ciclo “Conociendo a Francisco”, Himitian dijo que en un momento muy particular y doloroso de una Argentina en crisis, cuando la gente se alejaba de las religiones. “Bergoglio se puso al hombro buscar a Dios y pedirle ayuda y la salida de la crisis en comunión con otros credos, como el grupo de pastores evangélicos que integraba mi papá, y con cuya difusión colaborábamos. Así lo conocí, gracias a su costado ecuménico”.
Himitian destacó la humanidad y la sencillez del Papa, a quien visitó para entregarle su libro: “Siempre me ha llamado la atención ese costado tan humano de Bergoglio. A pesar de que su presencia siempre fue muy potente. Recuerdo que cuando él entraba a la sala donde se reunía con los pastores, la sala se cargaba de solemnidad, pero él saludaba a cada uno, les preguntaba por sus familias y quebraba el hielo con su cercanía”.
Relató que en uno de esos encuentros, el grupo de periodistas que participaba quedó prácticamente sin comida, y que el entonces Cardenal, al percatarse de la situación, fue a la mesa de las autoridades invitadas y buscó, mesa por mesa, y juntó las empanadas que no se habían comido y las llevó hasta donde estaban los periodistas. “Nunca me olvido cómo me impactó ese gesto”, contó Himitian.
Agregó que la sencillez, la búsqueda de actuar de manera más evangélica “es un rasgo que siempre tuvo”. Y agregó: “Seguramente lo que más debe extrañar él con su situación, es poder andar, caminar con libertad entre la gente sencilla, entre la gente común”.
Consultada sobre la visión que algunos medios de comunicación difunden sobre el Papa, Himitian dijo que a Francisco “hay que darle tiempo y mirarlo a la luz de la historia”. En este sentido, argumentó: “Como argentinos estamos acostumbrados a ser muy centralistas en nuestros propios problemas. Algunos están desilusionados porque (el Papa) no ha venido todavía a la Argentina o porque no haya habido un apoyo concreto a un gobierno, pero probablemente esto no ha estado entre las prioridades de Francisco. Y sí, en cambio, su prioridad es unir. Y probablemente él entienda que si viene ahora a la Argentina contribuiría con la grieta, con dividir a los argentinos en lugar de unirlos como él quiere”.
Sobre el futuro del Papa, dijo: “Bergoglio no tiene una ambición personal con el hecho de ser Papa. Creo que cuando él entienda que su tarea o su servicio terminó y que tiene que dar lugar a otro, no tengo dudas de que dejará a otra persona en ese rol. Pero ojalá que antes de eso nos visite a los argentinos como Papa”.
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