Hanan Al Hroub, la mejor profesora del mundo

jueves, 21 de julio de
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En abril de este año Hanan Al Hroub ganó un premio que se considera el Nobel de la enseñanza. Competía con otros 8.000 docentes, y en una fase final con nueve, de Estados Unidos, Japón, Australia, Finlandia, Pakistán e India. “Y Palestina”, señala con orgullo. Nació en un campo de refugiados palestino y era ama de casa, pero decidió dedicarse a la enseñanza cuando vio cómo la violencia arruinaba a la vida de sus hijos.

“La violencia estaba a punto de traumatizar a mis hijos, pero conseguí salvarles y ayudarles a superarlo. No todos los niños tienen una madre o un profesor capaces de ayudarles. Yo promuevo este método para que los niños crezcan sanos, superen el trauma que les provoca la violencia que ven”, comentó la profesora.

 

La clave de su método educativo es que la relación entre el profesor y los alumnos sea confiada, respetuosa, honesta y cariñosa. Les enseña a trabajar juntos, sigue a cada uno según lo que le hace falta, y premia el comportamiento positivo.

 

Dice que todo gira en torno a dos principios fundamentales: no a la violencia y aprender jugando.

 

“La violencia tiene un efecto muy negativo fortísimo en las decisiones y en la vida de los niños. Mi vida ha sido dura y dolorosa, pero he conseguido transformar el dolor en esperanza. Con mi método intento que los niños aprendan a dialogar. Que a través del diálogo se creen nuevas esperanzas, darles valores para construir un mundo mejor; y también aceptar al otro, aceptar la diversidad”, agregó.

 

Uno de sus admiradores es el Papa Francisco, que anunció que ella era la ganadora del premio a la mejor profesora del mundo y que pudo saludarla recientemente en Roma.

 

No soy quién para dar lecciones a nadie. Del Santo Padre se me quedó grabada su sonrisa, cómo consigue transmitir amor y paz a todo el mundo. Su mensaje es que debemos amarnos unos a otros. Ese es el mensaje que quiero proponer”, contó Hanan Hroub

 

A pesar del premio, esta profesora sigue trabajando en Belén, para que sus alumnos no sólo no sean víctimas de la ignorancia o de la violencia; sino para que algún día ellos mismos sean capaces de cultivar la paz en esa tierra.

 

 

¿Qué pasó que la llevó a tomar la decisión de dedicarse a la docencia?

 

En 2000, cuando su hijo más pequeño ya iba a la escuela, Hroub decidió proseguir sus estudios, a tiempo parcial, y se matriculó en la Universidad de Al-Quds. Unos meses más tarde, soldados israelíes dispararon a su marido Omar y a dos de sus hijas en un punto de control cerca de Belén. Omar recibió un disparo en el hombro y las dos niñas quedaron muy traumatizadas.

 

“Este incidente me cambió la vida. Nos quedamos conmocionados. Mis hijos no estaban bien y los profesores no sabían cómo lidiar con su trauma. Fue entonces cuando decidí dedicar mi vida a la enseñanza”.

 

 

Fuente: Rome Reports

 

 

Oleada Joven