Apasiónate conmigo…
Encuéntrame en cada uno de tus proyectos.
Escúchame animarte y decirte:
“No temas, vayamos mar adentro”.
No calles mi voz con tus supuestos.
Aunque sientas pereza,
oblígate a salir para sentir que el corazón
se hace más grande, allí,
en lo más pequeño.
Mi gracia en ti trabaja,
si me buscas como alimento.
Y aunque a veces la confusión te invada,
ten calma, permanece, y mi voz,
se alzará en tu firmamento.
Sólo te pido…
Dame tu corazón, para que pueda
en él, vivir el mío…
Y así podré morar en ti,
para llenar tus vacíos…
Estoy apasionado por ti…
Te amo y no te dejo nunca
por ningún motivo…
Caminiemos juntos,
enfrentemos obstáculos…
Comprométete en mi causa
y amando el desafío de tu cruz,
nos estrecharemos
en el más sentido abrazo,
y te harás uno conmigo.