Tener a Jesús en el corazón, es un eterno día de primavera
Su amor es como el tibio sol de la mañana que arropa las heridas
Cada flor que nace es testimonio de su grandeza
Llena nuestras almas de tu bondadoso ser Señor Jesús
abraza con tu infinito amor nuestros corazones heridos y cansados
Ven Señor Jesús, a esta tarde de sol, calma nuestras tormentas
Ven Señor, para adorarte y alabarte
para sembrar flores tras tus pasos
Gracias Señor por derramar tu bendición en nosotros.
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar
Amén