¡Jaire Kejaritomene!

sábado, 9 de diciembre de
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¡Jaire Kejaritomene!

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

 

El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». (Lucas 1:28)

 

Dios escogió para ser la Madre de su Hijo a una joven muchacha de Nazaret en Galilea, a “una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María” (Lc 1, 26-27)

 

Desde la concepción del ser de María, en el vientre de su madre (Santa Ana, según la tradición de la Iglesia) Dios le otorga las gracias y las virtudes necesarias para que realice lo que le pide

 

Y ¿Qué le pedirá a María ?

 

[…Saludo del ángel Gabriel] Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;  (Lucas 1:29;30)

 

“Dios envió a su Hijo” (Galatas 4, 4), pero para “formarle un cuerpo” (Hb 10, 5) quiso la libre cooperación de esta joven muchacha.

 

Por eso Dios la preservó del pecado original, desde el primer instante de vida, cuando se estaba formando en el seno de su madre, porque iba a dar a Luz a la Segunda Persona de Dios hecha carne.

 

 

Ramiro Arrechea