Guíame, Señor

lunes, 13 de enero de
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Guíame, Señor, mi luz,
en las tinieblas que me rodean,
¡guíame hacia delante!
La noche es oscura y estoy lejos de casa:
¡Guíame tú!
¡Dirige Tú mis pasos!
No te pido ver claramente el horizonte lejano:
me basta con avanzar un poco…
No siempre he sido así, 
no siempre Te pedí que me guiases Tú.
Me gustaba elegir yo mismo y organizar mi vida…
pero ahora, ¡guíame Tú!
Me gustaban las luces deslumbrantes
y, despreciando todo temor, 
el orgullo guiaba mi voluntad:
Señor, no recuerdes los años pasados…
Durante mucho tiempo tu paciencia me ha esperado:
sin duda, Tú me guiarás por desiertos y pantanos,
por montes y torrentes
hasta que la noche dé paso al amanecer
y me sonría al alba el rostro de Dios:
¡tu Rostro, Señor!

 
  • Henry Newmann

 

Hna Gabriela fsp