Ella muy rebelde iba parada sobre el asiento del colectivo y a viva voz se expresaba mientras quebrantaba toda formalidad y seriedad. Sin embargo, nadie se sentía molesto ni pensaban en hacerla bajar.
Hablaba con uno, con otra, con otros. Regalaba besos a «desconocidos». Desconcertaba con sus salidas pero a decir verdad, las preocupaciones daban paso a la sorpresa y con ella a las sonrisas pícaras.
En un momento ella contempla por la ventana y afirma: «mmm estamos llegando, me parece que llegamos». Pasaron unos segundos profundos y agrega: «estamos llegando cada vez un poco más».
¡Que gran lección! No esperemos llegar «de una, de un sólo tirón» hacia aquél horizonte que nos apasiona y enamora, vamos llegando de a poco, firmes, con esperanza, con levantarnos una vez más, con paciencia sobre todo hacia nosotros, amando y siendo amados…
¡Vamos llegando de a poco!
¡Vamos llegando!¡Vamos!
P/D: ella era una niña de 3 años parada sobre el asiento en el que también iba su mamá y quién la abrazaba constantemente.
barrilete
yohagonuevastodaslascosas.blogspot.com