Creer en Jesús es creer en el Hombre.Él es el modelo de hombre, el hombre acabado según el designio de DiosAlcanzó esa plenitud dejando que el Espíritu lo invadiera.
Jesús es, a la vez, la manifestación de Dios y el modelo de hombre.En su humanidad, se ha hecho presente lo divino.La “carne” ha llegado a su grado máximo de transformación.El Espíritu asumió y elevó la materia hasta transformarla en Espíritu.
Mi meta es también dejarme transformar en Espíritu.Para ello hay que nacer de nuevo.Tengo que morir a todo lo que en mí hay de terreno.Y dejar que se despliegue en mí lo que hay de divino.
Texto Fray Marcos
dibujo Pilar Piñero