Abrirnos a las sorpresas del Espíritu

viernes, 16 de mayo de
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(…) Siempre queremos asegurarnos con lo que tenemos y éste es el gran enemigo para abrirse a las sorpresas del Espíritu. La vida en el Espíritu es una vida de despojo, de no hacer nuestras las cosas de Dios, ni siquiera lo que llamamos “nuestro ministerio”. Estamos llamados a ser eternos peregrinos que viven en tiendas provisionales, dispuestos siempre para el viaje, sin boleto de regreso. Sólo cuando nada poseemos es cuando somos capaces de tenerlo todo. (..)

 Emiliano Tardif.MSC, “Jesús estas vivo”, pag 12.

 

Jose Alvarez Diaz