En la vida, en el camino, en cada parada:hay mucho ruido, hay mucho grito, mucha pelea y poco corazón…y en el fondo una Voz que habla, que pide, que golpea…Pero se pierde…Se pierde, entre tanto ruido, entre tanto miedo, entre tanto correr…Ese correr desenfrenadamente por la vida,y a pesar de ello, no tener tiempo para nada y para nadie…Perdernos en medio de nuestro mundo “a las apuradas”¿Cómo hallarte? ¿cómo escucharte? Si el bullicio de mi alma no te deja entrar.Debo detenerme, extender las manos -soltando todo lo que me ata: ser libre- y volviendo a juntarlas en oración, acallar el corazón;mirar mi vida y presentarla…y dejarte hablar. Silenciarme y Escucharte.