La eficacia de la Palabra de Dios (Is. 55,10-12)

miércoles, 10 de septiembre de
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La eficacia de la Palabra del Señor (Isaias 55,10-12)

55:10 Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo 
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come, 

55:11 así sucede con la palabra que sale de mi boca: 
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé.

No debemos permitir que leer la Palabra de Dios; que es viva y eficaz, que es como espada de doble filo, sea recibida por nosotros y no realice ningún cambio, que no produzca transformación alguna, que sea cada día mas mecánico, carente de significado o de sentido para mi vida actual, porque seria contradecir lo que nos indica, lo que nos recuerda esta cita bíblica.

La palabra de Dios sorprendentemente se atraviesa en mi vida, en tú vida y genera en cada uno, un replanteo de los proyectos preestablecidos que poseemos, de todo aquello que tenemos “organizado”, pero que nunca hemos conversado con Dios sobre si es conveniente o no para nuestra vida, solemos decir: “SI SEÑOR CONFÍO EN VOS”!, de la boca para afuera porque por dentro murmuramos todo lo contrario, en nuestro interior no es tanta la confianza hacia aquel que nos ama de manera inigualable, no es tan grande la entrega.

Regresando a la idea que nos introdujo en la lectura de este artículo es que no debemos olvidar, que es Dios mismo quien nos habla, quien me hable y te habla, aveces para alentarte pero otras para despertarnos, para movernos a la acción, despierta aquel soldado que hay en cada uno dispuesto y listo para la batalla. Sin embargo es todo un camino alejarnos del ruido, del bullicio del mundo para escuchar a nuestro creador, esa es la constante invitación que nos hace, un momento en que Dios te ama y cada uno se deja amar por él.

ORACIÓN:
SEÑOR TU CONOCES CUANTAS VECES TE ESCUCHE PERO NO PUDE OÍRTE, CUANTAS VECES QUISISTE HABLARME PERO NO ME DETUVE A PRESTARTE ATENCIÓN, CUANTAS VECES AL DÍA ESPERASTE QUE ME ACORDARA DE VOS Y NO PUDE HACERLO; SIN EMBARGO NUNCA TE APARTASTE DE MI LADO, NUNCA DEJASTE DE INSISTIR, POR ESO QUIERO ALABARTE, QUIERO DARTE GRACIAS POR TU AMOR, POR TU PACIENCIA, POR TU MISERICORDIA.

ENVÍA SEÑOR HOY TU ESPÍRITU SOBRE MI, PARA QUE SEA EL QUIEN MOLDEE MI CORAZÓN, QUIEN ME INSTRUYA EN ESTO DE DESCUBRIRTE EN TU PALABRA, DE SER TRANSMISOR DE TU MENSAJE Y DE TU AMOR, PARA PODER SER TIERRA FÉRTIL, DONDE LA SEMILLA QUE TU PALABRA PLANTE EN MI, GERMINE Y DE BUENOS FRUTOS.

AMEN.-

 

Nancy Espig