Dueño del tiempo, siempre has sido tú

jueves, 24 de abril de
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Con cuánta sagacidad supiste salir a mi encuentro. Yo no te buscaba y sin embargo, sutilmente te hiciste dueño de mi ser.


Dueño del tiempo, has estado siempre, siempre has sido tú.


Como cuando sin saberlo te anhelaba. Y, ahora, nada me deja más saciada que tu presencia y el saberme amada.


De muchas cosas me arrepiento pero he vivido, me he equivocado y he hecho lo que he querido. Sin embargo, no son de las veces en que no he obtenido satisfacción de las cuales me lamento sino, más bien, de aquellas veces en que fui cruel. Me jugué todas las cartas en la manga sin haber visto primero las implicaciones que me harían perder.


A pesar de mis errores y de mis faltas, tú estás aquí, siempre has sido tú. Tu amor suple todas mis carencias, me sobrepasas. Siento tu abrazo cálido continuamente que en vez de menguar al paso de mis negligencias, se acentúa en intensidad a cada instante. No te enojas, no me gritas, callas y me miras. Nada puede desplomarme más que eso. La verdad está en tus ojos, mirarlos me acongoja, implota mi ser en una descarga de nada, como queriendo escapar y estar a la vez, como huir sin poder escapar de tu mirada.


Siempre has sido tú y bien sabes la alegría descomunal de la que soy presa.


Siempre estás tú, siempre has sido tú el motivo por el que soy, por el que me muevo y a la vez el proveedor de todas mis fuerzas, en fin que, hago porque tú lo mandas y porque lo que tú quieres yo lo quiero.


De tal modo, aún en veces, tiemblo y pierdo el rumbo. Ayúdame aunque no sepa a dónde me dirijo.


Dueño del tiempo, siempre has sido tú. Tú el que lo dirige todo. Tú el que lo gobierna todo, el que lo sabe todo. Tú el que lo realiza todo con perfecta sabiduría. Amo esta historia a tu lado que no tiene fin.


 

Kristi Reyes