Instantes de Dios.

viernes, 19 de septiembre de
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Hace ya casi un mes regresaba de vivir lo que sería una de las mejores experiencias de mi vida. Sin contar que fue mi primer viaje sola y en compañía de mis amigos, fueron casi 14 horas en carretera en busca de un ‘Instante de Dios… prolongado’. ¡Mi primer ENK! (Encuentro Nacional Kairoi).

Que mágicos momentos, que gratos recuerdos, cuantos rostros marcados en mi corazón…una gran ‘k’ ha quedado marcada en mi alma. 

Más de 600 jóvenes que meses atrás  decidieron querer vivir tal aventura, se encontraban en el mismo lugar y con el mismo propósito: glorificar al Rey de reyes y Señor de señores.

¿Duchas grupales? ¿Juguitos de carton 24/7? ENK Memories que me transportan a Coro en cuestión de segundos.

Y como siempre, Dios siempre queriendo cachetearte con algo, hubo algo en este ENK que me marcó y sin duda compartiré con hermanos hasta que se me olvide (cosa que dudo) y es que: ¡tan graaande es Dios! que utiliza tu debilidad para mostrarse al mundo. 

¿Por qué? Mira si, se pasa mucha roncha para llegar a un ENK, se viven muchas cosas desde el momento en el que dices ‘yo quiero ir’ hasta que llegas al lugar del encuentro, pero ¿que pasa? durante todo ese largo recorrido Dios jamás te abandona y ¡puedo dar fe de eso!, nuestro amado siempre está tendiendo su mano en los momentos de agustia y desesperación, logrando que aún en medio del caos tu puedas seguir caminando y sonriendo, o tal vez sólo caminando jajaja. De esta manera el mundo se preguntará ¡¿como lo hace?! y tu feliz contestarás: Dios va conmigo. 

Luego de Pascua Juvenil y largas horas con Jesús Sacramentado… jamás sentí el amor de Dios tan cerca, tan vivo, tan palpable. ¿Usted sabe lo que es despertarse en una habitación con 20 o más chicas, no conocer a la mitad de ellas… y aún así sentirte como en casa? ¡Es lo máximo! La alegría, la confianza, cosas que sólo el amor de Dios logra.

Dios me ama y una vez más, lo he comprobado. 

Dios es bondadoso y una vez más, lo he comprobado. 

Dios es fiel y una vez más, lo he comprobado. 

Dios es misericordioso y una vez más, lo he comprobado. 

 

 

 

 

 

 

Elena Serrano