Guíame, Señor, mi luz,en las tinieblas que me rodean,¡guíame hacia delante!La noche es oscura y estoy lejos de casa:¡Guíame tú!¡Dirige Tú mis pasos!No te pido ver claramente el horizonte lejano:me basta con avanzar un poco…No siempre he sido así, no siempre Te pedí que me guiases Tú.Me gustaba elegir yo mismo y organizar mi vida…pero ahora, ¡guíame Tú!Me gustaban las luces deslumbrantesy, despreciando todo temor, el orgullo guiaba mi voluntad:Señor, no recuerdes los años pasados…Durante mucho tiempo tu paciencia me ha esperado:sin duda, Tú me guiarás por desiertos y pantanos,por montes y torrenteshasta que la noche dé paso al amanecery me sonría al alba el rostro de Dios:¡tu Rostro, Señor!