Tu poder multiplica la eficacia del hombre,y crece cada día, entre sus manos,la obra de tus manos.
Nos señalaste un trozo de la viñay nos dijiste: «Venid y trabajad».Nos mostraste una mesa vacíay nos dijiste: «Llenadla de pan».
Nos presentaste un campo de batallay nos dijiste: «Construid la paz».Nos sacaste al desierto con el albay nos dijiste: «Levantad la ciudad».
Pusiste una herramienta en nuestras manosy nos dijiste: «Es tiempo de crear».Escucha a mediodía el rumor del trabajocon que el hombre se afana en tu heredad.
Liturgia de las Horas, Tercia
Pintura La nube Blanca Fader