Espiritu Santo, fuente de sabiduria y amor: te consagramos para siempre nuestro
entendimiento, corazòn, voluntad, todo nuestro ser.
Haz que en todo momento sigamos tus divinas inspiraciones y acatemos las
ensèñanzas de la iglesia catòlica, cuyo guia invisible eres.
Convierte nuestros corazòn en hoguera inextinguible de amor dios y al pròjimo;
y a nuestra vountad somètela a la divina para que no forme con ella sino una sola,
a fin de que nuestra vida sea fiel reflejo de la vida y virtudes de jesucristo, a quien
con el padre y en union contigo, sea el honor y la gloria por los siglos de los siglos,
AMEN