A VINO NUEVO, ODRES NUEVOS
Fray Hermelindo Fernández Rodríguez La Virgen del Camino
La novedad del Reino instaurado por Jesús no cabía en los moldes viejos del judaísmo; exigía odres nuevos, personas nuevas. El Reino es un vino nuevo, que pide a gritos conductas nuevas, estructuras distintas. Se trata de ser y vivir con un estilo nuevo, como el de Jesús, con valores evangélicos como los suyos.
Los seguidores de Jesús nos resistimos a que las cosas sigan igual que si no hubiera venido. Tratamos de ver y juzgar la realidad bajo el prisma del Evangelio; intentamos vivir, no fiándonos de nosotros, sino adquiriendo y practicando actitudes evangélicas. Queremos vivir nuestras relaciones con Dios bajo el prisma de la filiación, y, como consecuencia, viendo y tratando a los demás como a hermanos.
Y, desde estos odres, ofrecer el buen vino del Reino como la mejor noticia y el mejor regalo, no nuestro, sino de Dios. Y hacerlo buscando el bien integral de la persona humana, sabiendo que, al hacerlo, revierte sobre nosotros.