Llámame por mi nombre

jueves, 25 de enero de
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¿Qué tal amigos de Oleada Joven? ¿Cómo están? 

Hoy festejamos la fiesta de la Conversión del Apóstol San Pablo, el apóstol de los Gentiles, este grande que predicó el evangelio por la mayor parte del mundo conocido en ese tiempo. ¡Curiosamente no coonoció a Jesús fisícamente, pero el encuentro que tuvo con Él marcó decisivamente su vida, al grado que dejó de ser un perseguidor de los cristianos y se convirtió en anunciador de la Buena Noticia, en Apóstol de Jesús. Les presento la siguiente oración:

Señor, quiero encontrarte
llévame al desierto,
y haz que allí, sin buscarte,
en la aridez de mi vida
con alegría  encontrarte.

Señor, también a veces soy como Saulo
persigo incansablemente a mis hermanos
Incluso veo como apedrean a algunos,
y simplemente con mi silencio los apoyo.

Señor, estoy cegado por tantas cosas del mundo, 
¡Quiero ser cegado por tu luz! ¡Quiero escuchar tu voz!

Llámame por mi nombre, como llamaste a Saulo,
quiero ser pregonero de tu amor, 
forjador de tu reino, 
como tú, ser sembrador.

Hablame en el silencio,
Quizá tras horas de marcha,
¡Quiero que mi prioridad seas Tú!

 

 

 

Ernesto Camarena Báez