Lenguas de fuego y viento abren los cielos en el nacimiento. Nos proclama Hijos del Altísimo.
Río Jordán en el rostro, rompe la cadena de lo prohibido.
Río Jordán, corre suavemente por nuestro rostro, lávanos.
Fuego del altísimo, no dejes de purificarnos. Lengua de fuego haz que no callemos el amor, el que por darse crea.
Altísimo abre tu cielo de misericordia para nosotros que somos eternos hijos. ¡Santo bautismo! Que hasta el último aliento Tengamos el pecho abierto El corazón exaltado, El corazón entregado.