Voluntarios de Tucumán festejaron el Bicentenario difundiendo la Radio en Alto de Medina

miércoles, 2 de junio de 2010
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La difusión entre el grupo decidimos hacer no en medio de todo el protocolo y de los funcionarios y "gente muy importante". Creemos que nuestra nación nació y creció en  medio y con base de la gente sencilla, no solo en su corazón sino en todo lo que lo rodea.
Es por eso que antes que despuntará el sol ya estuvimos cuatro autos en la ruta,todos con sus banderas celestes y blanca, con que orgullo parecia el viento hacerla flamear y por supuesto la amarilla y blanca signo de la hermandad e unión con nuestra Iglesia toda.

La camioneta que nos presidia llevaba en la parte trasera todos los equipos y en los pequeños pueblos de hombres y mujeres de corazones grandes, allí la Madre se paraba,y le sonreía. Sonaba el aire de la radio, la voz inconfundifle de Anabel, y los jingles que sintetizan muchas voces que día a día trabajan por una nueva nación, eso mismo que ellos , estos campesinos, del noreste de Tucumán hacen cotidianamente.

Cuando  el sol comenzaba tÍmidamente a depuntar, los contornos de las enormes montañas nos mostraban nuestro destino. Allí ibamos, a ese lugar donde hombres y mujeres Grandes hacen Patria. Por esos lugares inóspitos muchas veces castigados por las condiciones del tiempo. Esa mañana, a las siete, el termometro marcaba cuatro grados bajo cero!
 Pero el sol brilló durante el resto del día, parecía bendecir todos los lugares y a quienes los visitabamos.
 Se celebraban las fiestas patronales anticipadamente a la Virgen de la Merced, ya que en los días de setiembre es muy dificil llegar y aguantar el frio. La Madre paseó por los lugares mas importantes del pueblito, "Alto de Medina". Allí acompañamos, a nuestros hermanos, y difundimos la radio de la Madre.
María Santísima se hizo sentir a través de SU radio, se "metió" entre la gente sencilla de alta montaña y con precesión, alabanzas, vítores y mucha alegría, nos encontró la celebración de la Santa Misa. Cristo Eucaristía también vivía la alegría y el canto. Por supuesto que la fiesta se extendió con locro, asado, empanadas de vizcacha, futas, guitarreada y cómo no podía faltar …la voz de Radio María.

Hermanos en esos lugares de dificil acceso pero donde vive gente maravillosa de corazón grande y trabajadora, la voz de Cristo y de la Madre, llega a través de Radio María.
La difusión se extendió a lo largo de la ruta, en otros pueblos, donde los pueblerinos, llamados por la voz de la Radio, de las banderas y de bocinas, se acercaban curiosamente.
Creo que no tenemos más que dar un GRACIAS enorme a nuestra Madre por habernos permitido esta experiencia.
Hemos gritado como verdaderos argentinos y bajo el manto de María Santísima ¡VIVA LA PATRIA!

DIFUSORES DE SAN MIGUEL DE TUCUMÁN