Dios ama al que da con alegría

lunes, 2 de junio de 2008
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Pedro le dijo a Jesus:  “Tu sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido” Jesús respondió:  “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mi y por la Buena noticia, desde ahora en este mundo recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos en medio de las persecuciones.  Y en el mundo futuro recibirá la vida eterna.  Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”

Marcos 10, 28 – 31

Sabemos y por que lo hemos experimentado, no hay camino cristiano sin vía crucis, no hay vía crucis sin Pascua y Resurrección, no hay arte de vivir según el Evangelio sin morir asi mismo.

La Resurrección está unida a la cruz y la vida, a  lo que Dios tiene para arrancar de nuestra vida para conducirnos a la suya…

Y la renuncia es una palabra que hoy se quiere olvidar, el mundo nos la quiere a pagar, renunciar, el morir, sin embargo, no habrá vino de buena calidad si el viñador no podó la cepa. La poda lo hace también por amor a la planta que debe producir fruto, el hombre que renuncia y que sabe renunciar voluntariamente, no es un mutilado, renunciar no es perder la vida, nunca la renuncia en Dios es perderla.

No es perder, ni es traumarse, ni es olvidarse de vivir, ni es dejar pasar la vida, renunciar por amor a Dios es mucho mas, es ganancia pura.

El Evangelio de esta día tiene un aire como a moral, a indicador que hay que seguir si o si para estar cerca de Jesús y nos engañaríamos si pensáramos Jesús nos invita a superarnos cada vez mas en el respeto a una ley que es cada vez mas exigente y cuando la ley se hace exigente por allí nos desanima y cuando escuchamos estos textos de la palabra de Dios si no estamos atentos nos puede ocurrir esto, sin embargo, lo que ocupa el centro de éstas paginas de la palabra de Dios que hoy la Liturgia de la Iglesia nos regala de estos textos que estamos leyendo en estos días, el centro es la Salvación, entonces quién puede salvarse?, es imposible para los hombres mas no para Dios.

El cristianismo aunque predique un determinado arte de vivir nunca se va a reducir a una moral vacía y sin sentido, solo muchas y frías normas a las que tenemos que dar cumplimiento, cumplir la ley, hemos de conocer que ante Dios somos pobres y ésta pobreza es necesaria para recobrar nuestra condición original, cuando salimos desnudos de la mano de Dios, volver al principio, volver al origen como lo escuchábamos hace unos días en el Evangelio que nos hablaba sobre aquella trampa que le pusieron a Jesús, es lícito divorciarse de su mujer y que Jesús les decía: al principio no fue así, volver al principio para descubrir el sentido de nuestra vida cristiana.

La salvación lo mismo que la creación, siempre es una gracia, la salvación lo mismo que la creación siempre es un Don de Dios.

Volvamos Simón Pedro que tomando la palabra dijo a Jesús: bien ves Señor que nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido, si ayer compartía la catequesis o si fuiste a la celebración de la misa en tu comunidad recordaras que el Evangelio presentaba a Jesús que pide al hombre rico que lo venda todo y que lo siga…

Pedro se alegra de haber hecho resaltar inmediatamente lo que ellos han hecho, es que ellos lo habían dejado todo, de hecho lo dejaron todo, quizás haya algo de vanagloria en esa intervención de Pedro, en una terminología nuestra más familiar y de entre casa se “agrando” Simón Pedro cuando vio que la cosa venia bien para ellos por que ellos habían dejado mucho y sus palabras son una expresión de infinita generosidad, que tanto Pedro como el resto de los once venían haciendo.

Mucho se dice de Simón Pedro pero él de hecho con su padre y hermanos tenía una empresa de pesca y lo había dejado para ir detrás de Jesús, esta empresa implica un dinero, un buen pasar…no es por las dudas que le hace la pregunta a Jesús, él había dejado mucho, había dejado una familia.

La persona que se anima a decir esto que escuchamos hoy, o es un desequilibrado o es un hombre verdaderamente extraordinario.

Jesús a lo largo de su vida ha probado ser inteligente, equilibrado, humilde, estar plenamente sano, hay que admitir que tenía una conciencia clara y precisa del papel que iba a desempeñar en la historia de la humanidad como verdadero Dios y verdadero hombre.

Si, esta clara conciencia es la que a lo largo de estos dos mil años tantos hombres, millones seguro, hombres y mujeres que han dejado todo por su causa, algunos hasta la propia vida, derramando la sangre por la causa de Jesús…

Tal vez te animes a pensar ya a la luz de la palabra de Marcos poder preguntar, poder pensar y poder dejar que el Señor te sugiera a vos esto de el “dejarlo todo”.

¿Te afecta en algo a vos, a tu vida, esto de dejarlo todo por Jesús, por el Reino?

Dejar una casa, hermanos, hermanas, un padre, una madre, hijos para algunos hasta un país…

¿Te animas a ir pensando esto y a la luz de la Palabra que te esta pidiendo el Señor que dejes?

Tal vez ni siquiera es tanto, tal vez son aquellas situaciones que nos desequilibran y no nos dejan vivir en plenitud nuestra vida cristiana, nuestra vida de hijos de Dios, no por eso despreciamos estas cosas tan buenas en si, sino que uno las deja por algo superior, no es por falta de amor a esa casa, hermanos, madre, padre….

Jesús ha repetido una y otra vez que hay que amar a los hermanos, padre madre y que no hay que desentenderse de la familial tenemos que llegar entonces, a concluir de manera clara, en toda palabra y en toda invitación de Jesús una motivación escondida, una motivación grande para que pueda el hombre o la mujer abandonar cosas tan grandes, hay que hacerlo por algo que es mucho más grande aun, hay que hacerlo por amor.

Aquí hay algunas preguntas para hacerse mientras se reza: pensando en las renuncias, en lo que hay que dejar, preguntarse con sencillez de corazón y con honestidad, si ayer meditaste el Evangelio y dejaste que cale en lo profundo de tu corazón, nosotros podemos decir hemos dejado mucho y si dejamos mucho y si dejaste mucho, si estás dejando mucho, si Jesús te esta pidiendo que dejes algo más, que sentido doy hoy, yo a mi renuncias?

¿Tengo yo una actitud meramente negativa de la renuncia?

¿El dejar por el dejar con dolor con desgano? (y bueno si no queda otra…..se la doy)

¿O se lo doy a Dios y se lo ofrezco, se lo regalo como un verdadero Don, que me duele pero que lo ofrezco?

Hacer ésta opción, esta elección, sobre pasa todo aquello que podamos pensar como cálculo meramente humano.

Termina agregando Jesús al final, sin que resida ya en este tiempo el cèntuple en recompensa, renunciar a muchas cosas por amor a Jesús jamás es renunciar a la felicidad, Jesús promete a aquellos que le seguirán que serán personas colmadas de bendiciones ya aquí abajo. Se recibe cien veces mas de lo que se abandona dice Jesús, comparen las cosas que se abandonan con las cosas que se centuplican.

Hay un punto que falta en aquello que se va a multiplicar y no es que Jesús se haya olvidado, no se reciben cien padres, el padre sigue siendo el único, el Padre del cielo, este Padre que cuida de nosotros y que nos ama, también van en aumento las persecuciones, las incomprensiones cuando vamos a contramano del mundo y esto no es ninguna novedad, la felicidad prometida ese cèntuple prometido, esta plenitud de relaciones de amor, no se adquieren sin sufrimiento y sin persecución, sin incomprensiones y sin ver con claridad tantas veces hacia donde vamos cuando nos abandonamos en Dios.

Para el que cree que la vida eterna no es charlatanería, es verdad que es mucho más lo que se gana que lo que se pierde, que queden redondas en el corazón estas preguntas.

Esta mañana la Palabra quiere gritar fuerte en tu corazón, hacer una opción por Jesús y una elección que sobrepasa todo esto, aun cuando exija la renuncia.

El Evangelio decía que el joven rico se marcho triste sin decidirse seguir a Jesús, hoy Pedro que si lo ha seguido se lo recuerda:”ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te seguimos”.

Lo que se recibe no se trata de aritmética ni cientos por ciento, la respuesta se refiere a la nueva familia que se crea en torno a Jesús, “nueva familia”.

Dejamos un hermano y encontramos cien, habla Jesús de cuales eran los lazos de esta nueva familia.

En el Evangelio de Marcos3, 34 ¿”Quién es mi madre y mis hermanos”?, quien cumple la voluntad de Dios.

Ese es mi hermano mi hermana y mi madre, es más no es ni siquiera necesario dejar a nuestros hermanos, nuestras familias para encontrarnos con esta familia grande de Jesús.

En el fondo de la interpelación de Pedro, está su concepto todavía un poco inmaduro, concepto político, interesado del mesianismo es que todavía no ha madurado el ellos lo que Jesús viene a revelarles en plenitud, pero en esto no hace falta tampoco conocer mucho de este proceso que ira haciendo Simón Pedro y el resto de los Apòstoles, esto de pedir a cambio la recompensa por algo que damos pero cuando lo que alienta, lo que alimenta, lo que fortalece la entrega es el amor no queda lugar para esto.

Y si no pregunta acaso una madre: ¿cuanto le van a pagar para ayudar a crecer, a madurar, a formarse, a desarrollarse a su hijo?

¿Se pone precio cuando una mama o un papa tienen que levantarse a la madrugada a cuidar a su hijo?

¿Se pone precio a un amigo cuando le hacemos un favor?

¿Te paso factura Jesús por su entrega en la cruz?

Los discípulos están buscando puestos de honor, recompensas humanas, es más soluciones económicas y políticas a su vida pero Jesús y el Espíritu que les irá infundiendo les ira ayudando a madurar en su Fe, hasta que después de la Pascua se entreguen ellos gratuita y generosamente al servicio de Cristo Jesús y de la comunidad hasta su muerte.

Una experiencia de ese ciento por uno que promete Jesús la tienen tantos fieles cristianos laicos, que desde su condición en la sociedad entregan sus mejores energía a trabajar por el Reino, aquí estás vos, aquí te invito a que des gracias a Dios seguramente por que SOS uno de ellos, que desde el día de tu Bautismo estas viviendo este compromiso y dejas parte de tu vida por el Evangelio, a vos que SOS catequista, trabajas en caritas que trabajas asesorando un grupo de jóvenes, esos que a veces en la falta de constancia se desaniman en la entrega, a vos que estas sirviendo al Señor cada semana limpiando y adornando la iglesia para que cada Eucaristía sea una fiesta, a vos que dedicas mucho tiempo en la semana para rezar no solo por tus intenciones, también por las de la comunidad, por las de la iglesia.

Yo quiero hacer un reconocimiento a estos tantos laicos y laicos que entregan su vida cada día en nuestras parroquias, en nuestras comunidades, a tantos bautizados que están colaborando en organizaciones no gubernamentales, en Asociaciones, en Instituciones, en tantos lugares donde hay que dejar muchas cosas, hay que dejar la vida como dice Jesús.

Y por que no reconocer en este día también a vos que estás cercano a la obra de Radio Maria desde tu aporte, desde tu tiempo, desde el voluntariado, cuanto que se deja…a vos que no lo pensas muchas veces, lo das, lo dejas, lo regalas, ustedes si que saben lo que es la generosidad de Dios en este mundo y a la vez esperan en el otro la vida eterna prometida al siervo bueno y fiel.

No hay duda que en esta experiencia de recompensa ya en la vida, en esta vida presente en medio de persecuciones, tenemos también a aquellos que hemos abrazado la vida religiosa, la vida en el Ministerio Ordenado dentro de la Comunidad, como un estado permanente de vida, hemos entrado en esta dinámica, en este otro genero de vida y parentesco y para nosotros hoy doy gracias por el llamado que recibí un día del Señor,  los hermanos y los hijos se cuentan por centenares y por miles.

Aquellos hermanos y hermanas nuestras que no han formado una familia propia pero no por eso han dejado de amar, al contrario están más plenamente disponibles para todos, movidos de un amor universal, por una paga que no es a corto plazo.

Aquí es bueno un detenernos para hablar al corazón, a vos que tal vez te estés planteando tu propia vocación, tu camino de entrega, tu camino de renuncia, que por allí no sabes si decirle si al Señor que te esta llamando o para la vida sacerdotal o para la vida religiosa, anímate , decile si a Jesús no te vas a arrepentir de escuchar lo que ayer el Evangelio: “ve vende lo que tienes y sígueme”, no te vas a arrepentir por que vas a experimentar la alegría de la recompensa aun cuando no la busques, aun cuando no la busquemos.

Hoy quiero renovar también el si que dije cuando un día el Señor me invito a seguirlo de cerca, que bueno darle gracias a Dios a pesar de no ser digno, a pesar de tantas limitaciones, sin embargo Dios un día me llamó, Jesús me invito a seguirlo de cerca en la vida sacerdotal…con cuantas dudas uno comienza el si, con cuantos interrogantes cada día volvemos a decir que si, unos y otros, aquellos que viven su bautismo en el mundo con una familia, con un compromiso concreto laboral.

Jesús promete la vida eterna después pero ya desde ahora una gran satisfacción, por supuesto este dejarlo todo este saber renunciar no asegura el éxito y la felicidad y el aplauso de todos, en todo caso la felicidad del que se sacrifica por los demás, lo que si promete es la cruz y las persecuciones, una cruz que estaba incluida en su mismo programa de vida de Jesús, esa cruz que nos va a invitar a llevarla y a cargarla pero bien serquita suyo, es que lo que vale a veces cuesta un poco de esfuerzo, a la Pascua salvadora se llega por el Vía crucis del Viernes Santo, el amor muchas veces supone sacrificios pero vale la pena.

Si nos quedáramos con la mirada puesta en esta seguridad que nos da Jesús de las persecuciones seguro que tendríamos mucho para compartir, a veces es mas fácil compartir esto que nos cuesta, que nos duele tal vez por que lo sentimos mas, lo podemos pensar también aquello que nos esta costando seguirle cerca de Jesús dejándolo todo….

Te invito a que compartas otra cosa en este día y a compartir lo otro lo que a veces nos cuesta, nos da pudor decirlo, nos da vergüenza pero que esta lejos de ser presunción o un acto de soberbia, lejos de ser una fanfarronería, es bueno que le des gracias a Dios por lo que te ha permitido entregarle a El y como te lo devolvió con creces.

¿Te animas a compartir las alegrías del servicio, la alegría de la entrega?

Esto no solo agrada a Dios, también entusiasma a otros, cuantos pero cuantos que a través de nuestro testimonio alegre de renuncia, de entrega para hacer algo por Dios concretamente en tu comunidad hace que otros también se entusiasmen y digan que SI.

Te animas a compartir esto que haces por el Señor y te trae tanta recompensa, esto que a veces en la comunidad se vive de una manera particular como el servicio de los catequistas, que van con miedo tantas veces, por que no saben como van a compartir con los niños, con los jóvenes, con los adultos y vuelven con el corazón lleno de todo lo que han recibido.

A veces hay que hacer algo en la comunidad, en la parroquia, en tu grupo y estas con pocas ganas y después que pasa el tiempo decís: si hubiera comenzado antes!

Asi como tantas veces compartimos las penas, las angustias y hace bien por que ayudan a que se achiquen.

Ser feliz desde lo pequeño de tu entrega.

A veces nos cuesta por que por allí invade al corazón una falsa humildad, que nos hace que no nos animemos a compartir lo lindo que Dios va obrando también en nosotros y que por allí va obrando en aquellos que están a nuestro lado.

Lo importante es amar desde Dios y entregarlo desde Dios, el resto se compartiendo, corrigiendo y madurando. La Providencia va mostrando cuales son los servicios las necesidades, cuales son aquellas cosas que tenemos que hacer para nuestros hermanos. Descubrir que Dios nos dará el ciento por uno, no es un invento, no es una palabra para convencernos que por allí dice nuestro “cura”, sino que es la realidad hay que animarse a decirle que si al Señor y hay que animarse también a compartirlo para que otros se animen a hacerlo.

El texto que estamos compartiendo en la catequesis nos plantea que la pobreza por el Evangelio no puede quedarse en una simple renuncia a los bienes materiales, ni mucho menos en una especie de paternalismo expresado en dar a los bienes un fin social, solamente esto seria mero altruismo hay que darlo por amor que nace por amor que continua y que se da y que se dona a todos los hombres, el mensaje de Jesús siempre nos pide mas desde el amor, organizar toda la vida en función de los valores del reino, de esta manera los discípulos se convierten en punto de referencia frente al rico y frente a todos aquellos que han puesto sus bienes por encima del reino de Dios.

Los verdaderos seguidores de Jesús son aquellos que asumen de una manera incondicional el camino del Reino, en nombre de ellos Pedro toma la palabra y dice:” ya lo ves Señor lo hemos dejado y te hemos seguido”, somos conscientes tantas veces como discípulos que asumimos una actitud y una forma de ser en coherencia con la propuesta de Jesús, asumimos una actitud, una forma de ser, renunciar a las riquezas de este mundo para estar en total disponibilidad para asumir los valores del Reino.

Jesús nos dice que nadie que haya dejado casa, hermanos y hermanas dejara de recibir el ciento por uno.

En la respuesta podemos descubrir también como el evangelista Marcos une de manera extraordinaria dos temas la riqueza representadas en las figuras del principio y del final, la casa y la hacienda y la familia, representada en las figuras que aparecen en el centro del mensaje, hermanos, hermanas, padre, madre, hijo y la casa que recoge de una manera global la idea de todos los bienes tanto familiares como materiales.

Por tanto los discípulos de Jesús lo han dejado todo rompiendo con aquellas cosas que generan apegos en la vida, que generan dependencia tantas veces, egoísmo y cuando estas riquezas van echando raíces en el corazón también genera injusticia, desigualdad.

Jesús nos exige romper con estas estructuras que generan en nosotros apegos para poder vivir los principios de una vida nueva, donde uno pueda descubrir que dejando las posesiones, dejando las seguridades se recibe mucho y se construye una nueva vida, una nueva familia, una familia mas extensa la de la comunidad, la del hermano, la de aquellos que compartimos a diario en el trabajo y en esto tantas veces hacemos experiencias somos generosos podemos ir generando lazos mas fuertes y mas amplios de amistad y de amor.

Esto que va mas allá del vinculo de la sangre y de la carne sino que es la comunión con el proyecto de Dios, allí donde compartimos en comunión y en solidaridad fraterna.

Si te dejas conducir por el Espíritu de Dios habrás comprendido que el darse, el entregarse todo por el Reino no es algo que podemos hacer solos, lo tenemos que hacer en comunidad, es que lo poco o mucho que tengo para dar cuando lo pongo al servicio de la comunidad se hace sobre abundante, en la comunidad se vive la plenitud de la entrega y en la comunidad se ve la plenitud de la recompensa, aun en medio de las persecuciones y las cosas que no salen bien.

A Pedro lo mismo que a nosotros no nos vendría mal una pizca de gratuidad para no intentar sobornar al Señor con nuestras obras, con nuestras ofrendas, con nuestros sacrificios, tenemos que hacernos concientes de que a El no le damos sino lo que El nos ha regalado, por eso no podemos exigirle nada a cambio, esto que a veces podemos caer en la tentación cuando hacemos promesas al Señor, te voy a dar pero si vos me das, si nos hacemos conscientes de todo lo que el Señor nos ha regalado primero entonces el Don se convierte en tarea para nosotros, en tarea de gratitud por lo recibido y no esconder nada de lo que nos dio en los talentos, en los Dones, en nuestro tiempos, no es esconderlo en un hoyo, en un pozo como había hecho aquel hombre que por miedo escondió lo que había que administrar.

No solo podemos contentarnos en nuestra vida cristiana con no hacer nada malo, tenemos que hacer todo el bien posible, esto lo tenemos que descubrir para ayudarnos mutuamente, también a compartirlo, compartir la vida es compartir, este compartir aquello que damos y compartir lo que el Señor nos va regalando, que no es otra cosa que la alegría de ser cristiano, la alegría de dar la vida, compartir esto que nos regala la radio, cuanta gente que se acerca todos los días y es asi, a veces tenemos oportunidad de encontrarnos con aquellos que están mas cercanos a toda la familia de la radio. Tanta gente se acerca a Dios y no es por magia es por generosidad, también por la tuya, la alegría de la entrega a veces es mayor al dolor de la renuncia.