Jorge Robledo: “Haití tiene un encanto que lo hace mágico”

lunes, 12 de junio de 2017
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12/06/2017 – Tras 60 años de conflictos políticos, inestabilidad social, económica y desastres naturales, el panorama de Haití no es alentador. Sin embargo, en medio de esas dificultades, hubo determinadas acciones humanitarias que acercaron ayuda, acompañamiento y contención a la población Haitiana.

Entre ellas las fuerzas de paz de la ONU conocidos como cascos azules, cuerpos militares encargados de mantener la paz en áreas de conflictos y brindar asistencia a ex combatientes. Estos efectivos forman parte de la fuerza armada y policial de países miembros integrantes de las Naciones Unidas, dentro de las cuales se encuentra la Argentina, conformando así lo que se llama una fuerza multinacional.

Jorge Robledo se desempeñó como casco azul al servicio de Naciones Unidas en calidad de farmacéutico del Hospital Militar Argentino en Puerto Príncipe y en diálogo con Radio María Argentina relató su llegada al servicio. Jorge expresó que la gente del Hospital Aeronáutico se acercó al Colegio de Farmacéuticos para pedir que alguien cubriera el cargo de jefe de farmacia del Hospital Argentino, ubicado en Haití y así fue como lo convocaron. Robledo llegó diez días después del terremoto que tuvo lugar en el 2.010 y manifestó que en un primer momento no tuvo el tiempo de internalizar la experiencia porque había tanto trabajo para realizar que no pudo percibir la real dimensión y agregó que a medida que fueron pasando los meses advirtió la magnitud del desastre: “cada familia tenía cuatro o cinco muertos en su familia, fue muy doloroso”. De hecho, el terremoto dejó más de 250 mil muertos, lo que constituye la tragedia natural más grande.

El trabajo de Jorge como farmacéutico, consistía en atender a todos los cascos azules desplegados en la isla mediante cirugía, terapia intensiva y laboratorio. En su labor, Robledo manifestó que tuvo la suerte de conocer a un agente de Puerto Rico que tenía una ONG que hacía medicina de campaña y gracias a él pudo conocer Haití. Jorge describió al país como aquel que posee una historia particular porque fue la segunda nación de América que se independizó: “yo me enteré lo que era la esclavitud después de Haití” y agregó: “la historia del mundo a pesar de que hemos revolucionado como sociedad todavía no le sigue perdonando a Haití que se haya independizado siendo negros”.

“El Haitiano cada vez que ve un árbol, ve leña”

Jorge sostuvo que uno de los principales responsables de la insuficiencia económica del país es Estados Unidos, quien con su política de protección de la producción agrícola subsidió el arroz, principal fuente de ingreso de Haití, lo que provocó que los productores agropecuarios se fundieran y de a poco se empezaran a devastar las tierras: “el haitiano cada vez que ve un árbol, ve leña”. Sin embargo, en medio de este contexto, Robledo afirmó que Haití tiene un encanto que lo hace mágico: “creo que los haitianos viven más felices que los Argentinos, aún en su pobreza, veo un pueblo feliz, que se conforma con poco”.

Con respecto a su experiencia en la ONG, Robledo contó que en el contexto pos terremoto lo que más le marcó fue la cantidad de personas que no tenían hogar y empezaron a ocupar espacios libres con carpas sin ningún tipo de condiciones sanitarias: “cuando fuimos a trabajar con la gente de Puerto Rico había  5.000 carpas, la mayoría no eran carpas sino palos con plásticos “  y agregó: “hasta el día de hoy cuando me estoy bañando pienso que tengo la posibilidad de disfrutar de una casa confortable, de una ducha caliente y me recuerda a toda esa gente”.

Jorge Robledo luego de haber vivido seis meses en Haití, escribió un libro titulado: “Crónica de Haití” y actualmente lo propone como material para colegios, a los fines de estimular los valores solidarios en la juventud.

Descargar “Crónica de Haití” – Jorge Robledo